La Real Expedición de la Vacuna fue una hazaña épica de enorme trascendencia mundial.
En 1803 partió desde La Coruña hacia Canarias con veintidós niños de entre tres y nueve años de edad, desde allí se dirigieron a Latinoamérica recorriendo (con sucesivas subdivisiones del grupo) Puerto Rico, Cuba, México, Venezuela, Colombia, Bolivia, Perú y Chile.
Llevaron también la vacuna a Asia, esta vez con ayuda de veintiséis niños mexicanos, pasando por Filipinas, Macao y Cantón.
La expedición vacunó directamente, con cargo a la Hacienda Pública española, a cerca de medio millón de personas sin discriminar por etnia, sexo, edad o clase social, y dejó operativa, además, una red sociosanitaria permanente para garantizar la continuidad de las vacunaciones.
Un extraordinario empeño tan arriesgado y ambicioso para la época como, incomprensiblemente, poco conocido y valorado.